
Desperdicio alimentario
La venta minorista y el uso doméstico concentrarían entre el 30 y 40% del desperdicio de alimentos en Chile. Un dato que resalta la investigación hecha por el académico Daniel Durán en un estudio que indica que el país estaría desperdiciando en torno a 5 millones de toneladas de alimentos al año.
Una realidad que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), tiene correlación con la realidad a nivel mundial que habla de que se desperdicia un tercio de los alimentos producidos en América Latina y el Caribe.
Según el estudio Desperdicio alimentario en Chile 2024, los principales focos de pérdida en la cadena alimentaria chilena son:
Producción primaria | 10% – 15% | Exceso de cosecha, falta de cosecha mecanizada, condiciones climáticas, falta de canales de comercialización. |
Postcosecha y almacenamiento | 10% – 12% | Falta de refrigeración, transporte inadecuado, infraestructura deficiente |
Procesamiento y manufactura | 8% – 10% | Descarte por apariencia, estándares estrictos, fallas de control de calidad. |
Distribución y venta | 20% – 25% | Sobre stock, productos cerca de vencimiento, problemas logísticos, falta de rotación. |
Consumo final (hogares, restaurantes, casinos, etc.) | 30% – 40% | Compras excesivas, mala planificación, vencimiento, desconocimiento sobre fechas de caducidad. |
Estos datos reflejan la urgente necesidad de incorporar tecnología a lo largo de toda la cadena, especialmente en la transformación y distribución de alimentos.
Con ajustes en tecnología, accesibilidad y un compromiso colaborativo, las organizaciones pueden ser agentes de cambio, aliviando la presión sobre el sistema alimentario, ayudando a comunidades vulnerables y protegiendo el planeta.
El rol decisivo de las empresas
Diego Varrá, líder del área Food & Beverage de Ecolab en Latinoamérica, indica:
Las empresas tienen un rol fundamental en cambiar esta realidad. Con tecnologías seguras como tratamientos antimicrobiano, se puede constatar una reducción notable en el desperdicio y mejorar la productividad de un sector productivo importante de Chile.
Parte de los beneficios de una buena gestión, como parte de los compromisos que las empresas pueden tener, son:
Ahorro económico
La planificación efectiva y el almacenamiento adecuado reducen pérdidas y optimizan costos operativos.
Seguridad alimentaria
Los sistemas antimicrobiales prolongan la vida útil de carnes, pescados y alimentos preparados, lo que posibilita una redistribución segura y combate el hambre sin comprometer la inocuidad y seguridad alimentaria.
Impacto ambiental
El desperdicio genera metano, un gas con 25 veces más efecto invernadero que el CO₂. Además, ahorra recursos como agua y suelo, alineándose con esfuerzos por mitigar el cambio climático.
Economía circular
El reaprovechamiento de residuos genera oportunidades de compostaje, producción de biogás o ingredientes para cosméticos o bebidas, abriendo nuevos negocios sostenibles.







