
Pisco chileno
El 15 de mayo se vivió una jornada especial en Chile con la celebración del Día Nacional del Pisco, una fecha instaurada en 2009 que este año tuvo actividades destacadas en Vallenar (Región de Atacama) y La Serena (Región de Coquimbo).
El evento fue organizado por la Asociación de Productores de Pisco, en conjunto con el Gobierno Regional de Coquimbo y la colaboración de la Subsecretaría del Patrimonio Cultural y el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (SERPAT).
Su objetivo es reforzar la proyección internacional del pisco chileno y avanzar en su reconocimiento como Patrimonio Mundial por la UNESCO, ya que, más allá de ser una bebida emblemática, el pisco chileno es reflejo de una historia viva y de un patrimonio cultural en constante evolución.
Su postulación al listado tentativo de la UNESCO, como parte del «Paisaje Cultural Vitivinícola del Pisco Chileno», busca posicionarlo como símbolo de identidad y orgullo nacional.
Este paisaje cultural abarca los valles del Huasco, Elqui y Limarí, zonas donde el trabajo del campo ha dado forma a una relación única entre el ser humano y su entorno semiárido.
En estos territorios se conservan prácticas agrícolas ancestrales, destilerías centenarias, sistemas de riego tradicionales y un rico patrimonio inmaterial transmitido de generación en generación.
Durante la jornada conmemorativa, autoridades y actores del sector destacaron la relevancia de este proceso. La Subsecretaria del Patrimonio Cultural, Carolina Pérez Dattari, afirmó:
Al celebrar el Día del Pisco, no solo honramos una bebida, sino también el esfuerzo colectivo por fortalecer nuestra identidad desde una mirada cultural, social y económica.
Por su parte, el Gobernador Regional de Coquimbo, Cristóbal Juliá de la Vega, recalcó el valor simbólico del pisco:
Es una tradición profundamente arraigada en nuestras regiones. Vamos a trabajar para que el pisco chileno se convierta en el primer paisaje vitivinícola de América reconocido por la UNESCO.
El Delegado Presidencial, Galo Luna, reiteró el compromiso del Estado en la defensa de la denominación de origen y el respaldo a la candidatura cultural ante el organismo internacional, pese a los retos que plantea el cambio climático.
El proceso, liderado por el SERPAT junto a comunidades locales y múltiples actores públicos y privados, avanza con solidez. Más de 3.000 pequeños productores cultivan alrededor de 10.000 hectáreas de viñedos, alcanzando una producción anual superior a los 36 millones de litros de pisco. Esta actividad no solo dinamiza la economía regional, sino que también proyecta al país a nivel global.
Entre las actividades del Día Nacional del Pisco se destacaron la feria «Cultura, Sabor y Patrimonio», catas, diálogos con productores y el seminario internacional “De los Valles Pisqueros al Mundo”, donde se reafirmó la voluntad de consolidar esta candidatura con visión de largo plazo.
Las siguientes etapas del proceso contemplan nuevas instancias de participación ciudadana, acciones de difusión y la entrega final del expediente de postulación a la UNESCO.
La directora nacional del SERPAT, Nélida Pozo Kudo, cerró la jornada con un mensaje claro:
El pisco representa mucho más que una bebida. Es el alma de nuestros valles, la expresión de nuestras tradiciones y el reflejo del trabajo de generaciones. Lograr su reconocimiento como Patrimonio Mundial sería un acto de justicia para nuestras comunidades y un orgullo para todo Chile.