
Salsa de tomates casera
Esta receta de salsa de tomates casera sin duda será un complemento habitual en tu cocina al que vale la pena dedicar algo de tiempo, un acompañamiento fresco y versátil que puede complementar una infinidad de platos caseros.
Contenido
¿Cómo hacer salsa de tomates?
Preparar salsa de tomates casera es un proceso muy simple y delicioso, idealmente con variedades pera o pimiento, pero que no acostumbramos a cocinar, aunque es probable que ya no vuelvas a comprar una salsa procesada tan seguido después de preparar esta receta.
Información nutricional
Cada ración de salsa de tomates casera contiene aproximadamente 80 kcal, 2 g de proteínas, 4 g de grasas, 11 g de carbohidratos, 2 g de fibra, 8 g de azúcares, 0 mg de colesterol y 300 mg de sodio.
Receta de salsa de tomates casera natural
Preparación: 20 minutos
Cocción: 50 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
- 1 ½ kg de tomates
- 1 cebolla grande
- 4 dientes de ajo
- Aceite de oliva
- Orégano
- Hojas de laurel
- Sal fina
- Pimienta negra
Preparación
- Lavar muy bien los tomates en agua fría. Con un cuchillo afilado, realizar un corte en cruz de unos 2 centímetros en la parte superior. En una olla grande, reunir y añadir suficiente agua para cubrir los tomates y sumergirlos durante unos 60 segundos, retirar con una cuchara perforada y sumergir sobre un bol con agua fría, mantener otros 60 segundos, retirar la piel, trozar y retirar las pepas.
- En una sartén grande, añadir un chorro de aceite de oliva, calentar a fuego medio y añadir la cebolla picada en cubitos, los ajos picados finamente y cocinar hasta que la cebolla adquiera una apariencia transparente. Añadir los tomates troceados, salpimentar a gusto, añadir opcionalmente orégano u hojas de laurel y cocinar todo a fuego bajo por unos 40 minutos, revolviendo de vez en cuando.
- Trasladar la mezcla a una batidora de cocina y triturar hasta obtener una mezcla homogénea, regresar a la sartén y mantener a fuego bajo por otros 5 minutos, probar y rectificar sazón de ser necesario. Almacenar la salsa en frascos de vidrio, enfriar a temperatura ambiente y mantener refrigerada hasta el momento de consumo.
Consejos de elaboración
Dependiendo de la variedad de tomates que utilices y sólo en caso de que el resultado final sea demasiado ácido para tu gusto, procura añadir una pizca de azúcar para rectificar. Opcionalmente y para que la salsa quede aún más fina, podemos pasarla por un colador de malla fina o una minipimer.
¿Cómo conservar la salsa de tomates?
- Para conservar la salsa de tomate casera, es recomendable envasarla en frascos de vidrio esterilizados y herméticamente sellados.
- Antes de envasar, asegúrate de que la salsa esté completamente fría y llena los frascos dejando un espacio vacío de aproximadamente 1 centímetro en la parte superior del frasco.
- Luego, puedes almacenar la salsa de tomate en un lugar fresco y seco, como la despensa o el refrigerador, por un período de hasta 1 año, pero una vez abierta, es recomendable consumirla en un plazo de 5 a 7 días y mantenerla refrigerada.
Origen e historia
Si bien Italia sin duda fue el país en donde la salsa de tomates alcanzó su máxima expresión, la primera persona en registrar su receta fue el fraile franciscano Bernardino de Sahagún, quien durante una de sus visitas a un mercado de Tenochtitlan a finales de la década de 1500 tomó notas sobre una receta de salsa de tomate preparada con cebollas, pimientos y chiles. Más tarde y en su regreso a Italia, la receta ganó mucha popularidad y se volvió indispensable como condimento de la pasta en 1790, cuando apareció en el libro de cocina del chef romano Francesco Leonardi.
¿Sabías qué?
Los tomates son ricos en nutrientes como vitamina C, potasio y licopeno, lo que puede ayudar a mejorar la salud del corazón y reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.