
Caldo de huesos natural
Las preparaciones calientes son clásicos de invierno que no pasan de moda, siendo los caldos naturales de huesos, una de las alternativas más recomendadas, ya que ofrecen beneficios únicos por sobre otros alimentos o recetas y que van mucho más allá de ayudar a la digestión, que es algo que se sabe desde hace años.
Pero no hay que equivocarse, ya que cuando hablamos de los beneficios de un caldo de huesos, estos no son otorgados por aquellos que son sintéticos e industriales y que solemos encontrar en el mercado.
Estos suelen incluir ingredientes poco saludables, tales como acentuadores del sabor como el glutamato monosódico e inosinato de sodio, almidón, proteína de maíz y soya, saborizantes, aceites vegetales y gomas.
¿Por qué consumir el caldo de huesos natural?
Acá van 10 razones por las cuales consumir caldo de huesos aporta a nuestra salud, en especial en invierno, en época donde hay más posibilidades de enfermarnos.
1. Aumenta la temperatura corporal
El caldo de huesos, si lo consumes directamente como un consomé, se transforma en un gran aliado para enfrentar las bajas temperaturas de invierno, ayudando a que tu cuerpo se mantenga a una temperatura adecuada, lo cual, además de ser agradable, también te ayuda a prevenir resfríos.
2. Hidrata tu cuerpo
En invierno, las personas tienden a tomar menos agua debido a las bajas temperaturas, pero la verdad es que es importante consumir agua durante todo el año, ya que nuestro cuerpo necesita estar hidratado para su correcto funcionamiento.
3. Es un coadyuvante para mantener un peso saludable
El caldo de huesos está hecho en base a agua y es alto en proteínas, por lo que tiene el poder de hacernos sentir saciedad, lo que a la vez, evitará que comamos de más o a deshoras alimentos que son ricos en azúcares y que solo nos aportan calorías extras.
4. Rico en vitaminas y minerales
Estos caldos aportan un concentrado de colágeno, calcio, selenio, ácidos grasos, magnesio, potasio, manganeso, zinc, hierro y vitaminas A y K. Se trata de nutrientes que ayudan a que nuestro organismo obtenga la energía que necesita para su buen funcionamiento.
5. Alto en colágeno
Los caldos de huesos ofrecen una mayor concentración de colágeno de alta calidad de biodisponibilidad, lo que ayuda a nuestro organismo en múltiples formas y entre ellas, alivia dolores articulares, previene la pérdida ósea, ayuda a aumentar la masa muscular que tiende a perderse a partir de los 40 años.
6. Mejora la digestión
Durante mucho tiempo se vio el caldo de huesos como un tónico digestivo, ya que se ha visto que ayuda a reducir la inflamación del intestino gracias a la glutamina, que es un aminoácido que puedes encontrar en los caldos de hueso. Pero, en los últimos años, también hay estudios que apuntan a que el caldo de huesos también beneficiaría a las personas que padecen de colon irritable.
7. Optimiza la función cerebral
El caldo de huesos cuenta con lo que se conocen como grasas saludables que ayudan a mejorar la función cognitiva, es decir, es un buen combustible para nuestra cognición, concentración y memoria.
8. Mejora nuestra piel
Esto es gracias a que el caldo de huesos contiene una alta calidad de colágeno, pero además contiene otros elementos fundamentales para la salud de la piel de todo nuestro cuerpo, como queratina y glicosaminoglicanos, ácido hialurónico y dermatán sulfato, que ayudan a la elasticidad e hidratación de nuestra piel, así como también a su regeneración.
9. Potencia en el sistema inmune
El caldo de huesos natural ayuda a mantener una microbiota saludable, permitiéndole al intestino delgado absorber los nutrientes que necesita nuestro organismo y a no permitir el paso de aquellas que son tóxicas y que podrían amenazar nuestras defensas.
10. Ayuda a tener un sueño reparador.
Los caldos de huesos contienen glicina, que es un neurotransmisor que inhibe o reduce la ansiedad, lo que a la vez nos ayuda a dormir más y mejor, así como también a estar más relajados.
El modo de uso de estos caldos es muy simple, ya que puedes verter directamente el producto congelado, descongelar en refrigeración o calentar durante 20 segundos en el microondas.
En el caso de los concentrados, si derrites el producto totalmente y luego lo enfrías, gelifica, quedando demostrada toda la proteína y el colágeno biodisponible.
Así, el caldo concentrado se puede añadir de manera directa a tus recetas o incluso puedes utilizarlo como base para salsas.
Por otro lado, puedes usar los caldos en arroces y guisos, mezclando el producto en dos partes de agua y un caldo. Ahora, si quieres hacer sopa o consomé, puedes mezclar en tres partes de agua y un caldo.