
Salsa de soya baja en sodio
La salsa de soya es un condimento esencial en la cocina asiática y mundial, pero su alto contenido de sodio puede ser un problema para quienes buscan opciones más saludables, así que esta receta te permitirá disfrutar de su sabor umami sin preocuparte por el exceso de sal.
Contenido
¿Cómo hacer salsa de soya baja en sodio?
El proceso consiste en cocinar la mezcla de agua, habas de soya o harina de soya, vinagre y especias a fuego lento para concentrar los sabores y luego filtrarla para obtener una textura suave, sin superar el límite de sodio establecido por ración en la norma de etiquetado chilena.
Información nutricional
Cada ración de salsa de soya baja en sodio (15 ml) contiene aproximadamente 10 kcal, 1 g de proteínas, 0 g de grasas totales (0 g de grasas saturadas), 0 mg de colesterol, 2 g de carbohidratos, 1 g de azúcares y 150 mg de sodio.

Receta de salsa de soya baja en sodio
Preparación: 10 minutos
Cocción: 30 minutos
Raciones: 10 porciones
Ingredientes
- 250 ml de agua purificada
 - 60 g de habas de soya
 - 2 cucharadas de vinagre de manzana
 - 1 cucharadita de miel
 - 1 diente de ajo picado
 - ½ cucharadita de jengibre
 - ½ cucharadita de sal de mar
 - 1 cucharadita de maicena
 
Preparación
- En una olla pequeña, combinar el agua, las habas de soya trituradas, el vinagre, la melaza, el ajo, el jengibre y la sal. Llevar la mezcla a fuego medio-bajo y cocinar durante 20 minutos, revolviendo ocasionalmente para evitar que se pegue y agregar la maicena disuelta en dos cucharadas de agua.
 

- Cocinar por 5 a 10 minutos más hasta que la salsa espese ligeramente. Colar la salsa a través de un colador fino o una estopilla para eliminar los sólidos y obtener una textura suave. Dejar enfriar la salsa y guardarla en un frasco de vidrio esterilizado. Refrigerar hasta por 2 semanas.
 
Beneficios de la salsa baja en sodio
La salsa de soya baja en sodio es ideal para personas con hipertensión o dietas restringidas en sal, con la soya aportando aminoácidos esenciales, ya que al prepararla en casa, controlas los ingredientes y evitas conservantes dañinos.
Origen de la salsa de soya
La salsa de soya tiene sus raíces en China, donde se elaboraba hace más de 2.500 años como un subproducto de la fermentación de la soya y el trigo. Esta versión baja en sodio es una adaptación moderna para quienes buscan reducir su consumo de sal sin sacrificar el sabor.
¿Sabías qué?
El sabor umami de la salsa de soya se debe al glutamato, un aminoácido natural que se forma durante la fermentación. En esta receta, el ajo y el jengibre potencian este sabor, haciendo que sea igual de deliciosa que la versión tradicional.







