Por Comidas Chilenas
La salsa holandesa es una de las salsas madre de la gastronomía francesa, famosa por su textura aterciopelada y sabor rico, ideal para acompañar platos como huevos benedictinos, espárragos al vapor o pescados a la parrilla.
Contenido
¿Cómo hacer salsa holandesa?
Preparar salsa holandesa requiere la combinación de yemas de huevo, mantequilla derretida y un toque de limón para obtener una emulsión cremosa y con un sabor perfectamente equilibrado.
Información nutricional
Cada ración de salsa holandesa casera contiene aproximadamente 160 kcal, 0 g de carbohidratos, 17 g de grasas (11 g saturadas), 2 g de proteínas, 0 g de fibra, 0 g de azúcares, 120 mg de colesterol y 70 mg de sodio.
Receta de salsa holandesa casera
Preparación: 10 minutos
Cocción: 10 minutos
Raciones: 6 personas
Ingredientes
- 125 g de mantequilla sin sal
- 3 yemas de huevo
- 1 cucharada de jugo de limón
- 1 cucharada de agua fría
- Sal
- Pimienta blanca
Preparación
- Derretir la mantequilla a fuego bajo y mantenerla tibia. En un bol mediano reunir las yemas de huevo y el agua, calentar a baño maría y batir suavemente hasta integrar, cuidando que el bol toque el agua.
- Añadir la mantequilla derretida poco a poco y batir constantemente para formar una emulsión cremosa, incorporar el jugo de limón, salpimentar al gusto y servir inmediatamente o mantener tibia al baño maría para evitar que se corte.
Origen de la salsa holandesa
Aunque su nombre sugiere una conexión con los Países Bajos, la salsa holandesa tiene raíces en la cocina francesa y fue registrada por primera vez en textos del siglo XVII, probablemente durante intercambios culturales entre ambos países.
¿Sabías qué?
La salsa holandesa es la base para otras salsas como la salsa bearnesa, que añade estragón y vinagre de vino blanco para un sabor más herbal y complejo. Es un verdadero pilar de la alta cocina.