
Galletas de vino caseras
Las galletas de vino chilenas son un clásico de la repostería nacional que destaca por su sencillez y su sabor inconfundible, gracias a su textura crujiente y ese toque de vino blanco que las hace únicas.
Contenido
- ¿Cómo hacer galletas de vino?
- Información nutricional
- Receta de galletas de vino blanco chileno
- Consejos adicionales
- ¿Se puede usar vino tinto en lugar de blanco?
- ¿Qué vino blanco es mejor para esta receta?
- ¿Cómo lograr que queden más crujientes?
- ¿Se pueden hacer galletas sin huevo?
- ¿Cómo conservarlas adecuadamente?
- Origen de las galletas de vino
- ¿Sabías qué?
- Recomendamos
¿Cómo hacer galletas de vino?
Las galletas son muy fáciles de preparar, utilizando ingredientes básicos como harina, aceite, huevos y, por supuesto, vino blanco, que luego se hornean hasta obtener un color dorado y una textura crujiente.
Información nutricional
Cada ración de galletas de vino chilenas (4 unidades) contiene aproximadamente 280 kcal, 6 g de proteínas, 14 g de grasas totales (3 g de grasas saturadas), 70 mg de colesterol, 32 g de carbohidratos, 8 g de azúcares y 120 mg de sodio.
Receta de galletas de vino blanco chileno
Preparación: 20 minutos
Cocción: 20 minutos
Raciones: 6 personas
Ingredientes
- 4 tazas de harina de trigo
- 2 cucharaditas de polvo de hornear
- 2 huevos
- 1 cucharadita de vainilla
- 1 pizca de sal
- ¼ de taza de azúcar flor
- ½ taza de aceite
- ½ taza de vino blanco
Preparación
- Precalentar el horno a 180°C (356°F) para asegurar que esté listo cuando termines de preparar la masa. En un tazón grande, cierne la harina, el polvo de hornear, el azúcar flor y la sal. Mezcla bien para integrar.
- En otro recipiente, combina el aceite, el vino blanco, el extracto de vainilla y los huevos. Vierte la mezcla líquida sobre los ingredientes secos y mezcla primero con una cuchara, luego con las manos hasta formar una masa homogénea.
- Si la masa está muy pegajosa, agrega harina poco a poco. Con las manos forma bolitas del tamaño de una nuez. Colócalas en una bandeja para hornear cubierta con papel manteca y aplástalas ligeramente con la palma de la mano. Opcionalmente, puedes estirarlas con un uslero y utilizar un molde a gusto.
- Lleva la bandeja al horno precalentado y hornea durante 15 minutos o hasta que las galletas estén doradas en los bordes. Retira las galletas del horno; si lo deseas, espolvorea un poco de azúcar granulada sobre cada galleta y déjalas enfriar sobre una rejilla antes de servir.
Consejos adicionales
- Usa un vino blanco seco y de buena calidad, ya que, aunque el alcohol se evapora durante la cocción, el sabor del vino permanece, realzando el sabor final de las galletas.
- Refrigera la masa durante 20 minutos antes de formar las galletas para facilitar el manejo, evitar que se pegue enr las manos y mejorar la textura crujiente al hornear.
¿Se puede usar vino tinto en lugar de blanco?
Sí, aunque el sabor y el color cambiarán. El vino tinto aportará un matiz más intenso y un tono ligeramente rosado o marrón a las galletas, además de un aroma más profundo.
¿Qué vino blanco es mejor para esta receta?
Lo ideal es usar un vino blanco seco y de buena calidad, ya que su sabor influye directamente en el resultado final. Evita vinos muy dulces, ya que pueden alterar el balance de la receta.
¿Cómo lograr que queden más crujientes?
Un truco es refrigerar la masa antes de hornear y asegurarte de que el horno esté bien precalentado. También puedes hornearlas uno o dos minutos extra, vigilando que no se quemen.
¿Se pueden hacer galletas sin huevo?
Sí, puedes reemplazar los huevos por ¼ de taza de puré de manzana, yogur natural o incluso leche evaporada, aunque la textura final puede ser un poco más suave.
¿Cómo conservarlas adecuadamente?
Guárdalas en un recipiente hermético, en un lugar fresco y seco. Si después de unos días pierden el crocante, puedes calentarlas unos minutos en el horno para recuperarlo.
Origen de las galletas de vino
Las galletas de vino chilenas tienen sus raíces en la época colonial, cuando el azúcar era un ingrediente costoso y escaso. El vino blanco se convirtió en un sustituto ideal para dar sabor y textura a estas galletas, que rápidamente ganaron popularidad por su economía y su sabor único. Hoy en día, son un símbolo de la repostería tradicional chilena.
¿Sabías qué?
El vino blanco no solo aporta un sabor único a las galletas, sino que también ayuda a darles una textura más crujiente. Además, estas galletas pueden durar hasta una semana si se almacenan correctamente en un recipiente hermético.