
Morillas a la crema
Las morillas chilenas son hongos silvestres muy valorados por su sabor profundo, aroma y textura delicada; prepararlas a la crema resalta su carácter único, ideal para acompañar pastas, arroces o simplemente para disfrutar como plato principal.
Contenido
¿Cómo hacer morillas a la crema?
Las morillas se hidratan y se cocinan lentamente en una cazuela amplia con cebolla pochada, para que liberen y evaporen el agua. Luego se añade nata líquida y un poco del caldo para crear una salsa cremosa.
Información nutricional
Cada ración de morillas a la crema contiene aproximadamente 210 kcal, 6 g de proteínas, 18 g de grasas totales (11 g de grasas saturadas), 45 mg de colesterol, 4 g de carbohidratos, 1 g de azúcares y 120 mg de sodio.
Receta de morillas chilenas a la crema
Preparación: 15 minutos
Cocción: 20 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
- 100 g de morillas secas
- 1 cebolla mediana
- 200 ml de nata líquida
- 200 ml del caldo de remojo
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 chorrito de pisco chileno
- Cáscara de limón
- Ciboulette fresca picada
- Sal fina
- Pimienta negra
Preparación
- Hidratar las morillas en agua fría durante 12 horas, cambiando el agua si es necesario para eliminar impurezas. Escurrir las morillas reservando el caldo de remojo, que contiene mucho sabor y se usará para la salsa.
- Picar finamente la cebolla o cebolleta. Derretir la mantequilla en una cazuela amplia y baja, ideal para que las morillas no se amontonen ni se dañen. Pochar la cebolla a fuego muy lento hasta que esté transparente y suave, añadiendo una pizca de sal para ayudar a sudar.
- Incorporar las morillas escurridas y cocinar a fuego muy bajo para que suelten su agua lentamente y esta se evapore, concentrando su jugo, durante unos 10 minutos.
- Añadir el caldo de remojo (aproximadamente 150 ml) para intensificar el sabor y dejar reducir un poco. Verter la nata líquida y mezclar suavemente, manteniendo el fuego bajo para que la salsa espese sin hervir fuerte, durante 5 minutos.
- Agregar el chorrito de armagnac o coñac y la cáscara de limón para aromatizar, cocinando 2 minutos más. Rectificar con sal y pimienta al gusto. Retirar la cáscara de limón y espolvorear con cebollino fresco picado antes de servir.
Consejos adicionales
- Si utilizas morillas frescas, solo límpialas con un pincel o paño húmedo para retirar restos de tierra, enjuágalas rápidamente bajo agua fría, pero sécalas enseguida con papel absorbente.
- Preferentemente, hidratar las morillas en agua filtrada y fría para preservar sus compuestos aromáticos volátiles y evitar que se endurezcan, obteniendo un caldo de remojo más puro.
Origen de las morillas
En Chile, las morillas forman parte de la tradición culinaria del sur del país, donde los bosques húmedos favorecen su crecimiento, siendo esta preparación a la crema una adaptación moderna que combina la riqueza del hongo con la suavidad de la nata, técnica que se popularizó en la alta cocina europea.
¿Sabías qué?
Las morillas tienen una cavidad interna característica que las hace ideales para rellenar, por ejemplo, con langostinos o quesos suaves, creando aperitivos sofisticados y deliciosos.
¿Cómo adaptar esta receta a una versión vegana o vegetariana?
¿Cómo adaptar esta receta a una versión sin gluten?
¿Cómo adaptar esta receta a una versión keto (cetogénica)?
Recomendamos
- Michemar de piures y almejas
- Receta de mojo de ajo casero
- Receta de fideos con changles
- Ensalada de changles