
Vino navegado casero chileno
El vino navegado, navegado, navega’o o candola es una bebida caliente elaborada con vino tinto, naranja y especias, muy popular en Chile durante el invierno por sus cualidades para «calentar el cuerpo» y ayudar a resistir las bajas temperaturas.
Contenido
- ¿Cómo hacer vino navegado casero?
- Información nutricional
- Receta de vino navegado chileno
- ¿El vino navegado tiene alcohol?
- ¿Con qué acompañar el vino navegado?
- ¿Qué vino funciona mejor para esta preparación?
- ¿Cómo evitar que el vino se amargue al hervir?
- Historia y origen del vino «navegado»
- ¿Sabías qué?
- Recomendamos
Para preparar vino navegado puedes utilizar cualquier variedad de vino tinto chileno, el cual hoy en día es posible encontrar en diversos formatos (botella o caja), a precios económicos y de buena calidad.
Información nutricional
Cada ración de vino navegado contiene aproximadamente 180 kcal, 30 g de carbohidratos, 0 g de grasas, 0 g de proteínas, 30 g de azúcares y 5 mg de sodio.

Preparación: 15 minutos
Cocción: 20 minutos
Raciones: 8 personas
Ingredientes
- 1 ½ litro de vino tinto
- 300 g de azúcar
- 2 naranjas
- 2 ramitas de canela
- 2 clavos de olor (opcional)
Preparación
- Lavar muy bien las naranjas y cortar en rodajas de aproximadamente 1 centímetro de ancho, retirar las pepas y reservar. En una olla grande, calentar el vino tinto a fuego bajo, añadir las rodajas de naranja, las ramitas de canela, opcionalmente los clavos de olor y la mitad del azúcar, revolviendo para integrar.

- Mantener unos 20 minutos para evaporar el alcohol, revolver de vez en cuando para ayudar a concentrar aromas y sabores, probar y añadir más azúcar al gusto de ser necesario y retirar del fuego sin que el vino llegue a hervir. Servir inmediatamente, bien caliente y en tazas grandes, añadiendo una rodaja de naranja en cada una de ellas.
El vino navegado puede o no contener alcohol, ya que este se va evaporando durante el hervor y puedes dejarlo hervir más o menos tiempo según sea tu preferencia, siempre reconfortante y sabroso, aunque hoy en día incluso existen versiones de vinos sin alcohol (desalcoholizados) que puedes comprar y utilizar desde un inicio en la preparación.
Por lo general, el vino navegado es una preparación para calentar el cuerpo, que se consume generalmente solo en los días fríos de invierno, aunque perfectamente lo puedes acompañar de algún plato también reconfortante como una cazuela de vacuno caliente o incluso unas galletas tipo navideñas.
¿Qué vino funciona mejor para esta preparación?
Un vino tinto joven y afrutado como un Cabernet Sauvignon o Merlot funciona mejor, ya que su acidez y cuerpo equilibran el dulzor del azúcar y las especias. Evita vinos muy añejados o con mucho tanino, ya que pueden resultar amargos al calentarse.
¿Cómo evitar que el vino se amargue al hervir?
No dejes que burbujee (solo calienta a 70-80°C). Si se evapora demasiado alcohol, el vino puede volverse áspero. Para corregirlo, añade un chorrito de vino fresco sin calentar al servir.
Fue a mediados del siglo XX que se produce la anécdota que daría fama al vino «navegado», luego de una fallida exportación de vino chileno hacia Estados Unidos en donde se habría detectado una pequeña cantidad de vidrio molido al interior de los barriles, razón por la que fue devuelto al país.
Una vez de vuelta en Chile, el vino fue revisado y puesto nuevamente a la venta como un producto especial que había mejorado su calidad por haber navegado largo tiempo en el océano y cruzado dos veces el trópico, lo que convirtió al «vino navegado» en sinónimo de un vino con gran aroma y sabor.
¿Sabías qué?
Popularmente, se asocia el nombre «navegado» al hecho de que las rodajas de naranja flotan o navegan sobre el vino caliente, asociado también a una antigua idea de que el vino transportado por barco mejoraba su calidad, idea que en Chile perduró incluso después de la llegada de los barcos a vapor.







