Por Comidas Chilenas
El vino navegado, navegado, navega’o o candola es una bebida caliente elaborada con vino tinto, naranja y especias, muy popular en Chile durante el invierno por sus cualidades para «calentar el cuerpo» y ayudar a resistir las bajas temperaturas.
Contenido
Para preparar vino navegado puedes utilizar cualquier variedad de vino tinto chileno, el cual hoy en día es posible encontrar en diversos formatos (botella o caja), a precios económicos y de buena calidad.
Información nutricional
Cada ración de vino navegado contiene aproximadamente 180 kcal, 30 g de carbohidratos, 0 g de grasas, 0 g de proteínas, 30 g de azúcares y 5 mg de sodio.
Preparación: 15 minutos
Cocción: 20 minutos
Raciones: 8 personas
Ingredientes
- 1 ½ litro de vino tinto
- 300 g de azúcar
- 2 naranjas
- 2 ramitas de canela
- 2 clavos de olor (opcional)
Preparación
- Lavar muy bien las naranjas y cortar en rodajas de aproximadamente 1 centímetro de ancho, retirar las pepas y reservar.
- En una olla grande calentar el vino tinto a fuego bajo, añadir las rodajas de naranja, las ramitas de canela, opcionalmente los clavos de olor y la mitad del azúcar, mantener unos 20 minutos para evaporar el alcohol, revolver de vez en cuando para ayudar a concentrar aromas y sabores, probar y añadir más azúcar a gusto de ser necesario y retirar del fuego sin que el vino llegue a hervir.
- Servir el vino navegado inmediatamente, bien caliente y en tazas grandes, añadiendo una rodaja de naranja en cada una de ellas.
El vino navegado puede o no contener alcohol, ya que esté se va evaporando durante el hervor y puedes dejarlo hervir mas o menos tiempo según sea tu preferencia, siempre reconfortante y sabroso, aunque hoy en día incluso existen versiones de vinos sin alcohol (desalcoholizados) que puedes comprar y utilizar desde un inicio en la preparación.
Por lo general, el vino navegado es una preparación para calentar el cuerpo, que se consume generalmente solo, en los días fríos de invierno, aunque perfectamente lo puedes acompañar de algún plato también reconfortante como una cazuela de vacuno caliente o incluso unas galletas tipo navideñas.
Fue a mediados del siglo XX que se produce la anécdota que daría fama al vino «navegado», luego de una fallida exportación de vino chileno hacia Estados Unidos en donde se habría detectado una pequeña cantidad de vidrio molido al interior de los barriles, razón por la que fue devuelto al país.
Una vez de vuelta en Chile el vino fue revisado y puesto nuevamente a la venta como un producto especial que había mejorado su calidad por haber navegado largo tiempo en el océano y cruzado dos veces el trópico, lo que convirtió al «vino navegado» en sinónimo de un vino con gran aroma y sabor.
¿Sabías qué?
Popularmente se asocia el nombre «navegado» al hecho de que las rodajas de naranja flotan o navegan sobre el vino caliente, asociado también a una antigua idea de que el vino transportado por barco mejoraba su calidad, idea que en Chile perduró incluso después de la llegada de los barcos a vapor.