
Chupilca de vino y harina tostada
La chupilca es una bebida colonial que consiste en mezclar vino tinto con harina tostada y su nombre derivaría de la «cupilca» o «kupilca» mapuche, una mezcla tradicional de harina tostada con chicha de manzana.
Contenido
- ¿Cómo hacer chupilca de vino?
- Información nutricional
- Receta de chupilca con harina tostada
- ¿Cómo evitar que se formen grumos?
- ¿Qué vino se recomienda para una chupilca?
- ¿Por qué se considera una bebida alimenticia?
- Origen de la chupilca chilena
- Chupilca del diablo: ¿mito o realidad?
- ¿Sabías qué?
- Recomendamos
¿Cómo hacer chupilca de vino?
Se trata de una bebida refrescante consumida en días de calor, ya sea en casa, en paseos de campo, fiestas y velorios, con fama de embriagador, pero también de ser muy alimenticio.
Información nutricional
Cada ración de chupilca de vino y harina tostada contiene aproximadamente 200 kcal, 30 g de carbohidratos, 1 g de proteínas, 2 g de fibra, 10 g de azúcares y 5 mg de sodio.

Receta de chupilca con harina tostada
Preparación: 10 minutos
Raciones: 4 personas
Ingredientes
- 1 litro de vino tinto
- 1 taza de harina tostada
- Azúcar
Preparación
- Refrigerar el vino tinto por al menos un par de horas. Verter el vino en una jarra grande de vidrio y añadir la harina tostada, revolviendo con una cuchara hasta que no queden grumos.

- Añadir azúcar al gusto y revolver muy bien hasta disolver por completo. Servir la chupilca de vino y harina tostada inmediatamente, bien fresca, en un vaso alto y amplio.
¿Cómo evitar que se formen grumos?
Desarmar los grumos con la parte cóncava de la cuchara o utilizar un batidor manual de alambre. Opcionalmente, puedes disolver primero la harina con un poco de vino tibio para hacer una pasta antes de incorporar el resto.
¿Qué vino se recomienda para una chupilca?
Los vinos tintos jóvenes y afrutados como un País o un Merlot joven funcionan mejor, ya que su acidez y taninos ligeros se equilibran bien con la harina tostada. Evita vinos muy añejados o con mucho cuerpo.

¿Por qué se considera una bebida alimenticia?
La combinación de carbohidratos complejos de la harina tostada (fibra, almidones) con los azúcares naturales del vino y la energía rápida del alcohol la convertían en un reconstituyente popular para trabajadores agrícolas, especialmente en épocas de cosecha.
Origen de la chupilca chilena
A principios del siglo XX, la chupilca llegó a ser una bebida popular tan apetecida como la chicha o el pipeño en las antiguas fondas y bares de La Chimba y el sector de Mapocho. La RAE establece que el nombre chupilca se originaría en la expresión quechua «chupirka» o «chupi», que significaría algo así como «sopa», pero no existe consenso al respecto.
Vicente Pérez Rosales, en su libro «Recuerdos del Pasado (1814-1860)», relata que en 1848, cuando el primer grupo de chilenos zarpó en barco a trabajar en las mineras auríferas durante la fiebre del oro en California, entre sus pertrechos registraban «seis sacos de harina tostada» y «dos barriles de vino de Concepción», lo que demuestra su importancia y arraigo en el mundo popular de la época.
Chupilca del diablo: ¿mito o realidad?
De acuerdo a la leyenda, la chupilca del diablo era un «cóctel» de aguardiente y pólvora que habría sido muy popular entre los soldados del ejército chileno durante la Guerra del Pacífico.
El consumo de esta bebida supuestamente otorgaba vigor y mayor fortaleza física a quienes la consumían, lo que convertía a los soldados chilenos en feroces y temibles combatientes.
Ahora bien, la verdad es que no existe ningún registro oficial o privado que mencione o confirme su consumo, ni tampoco registros de la disponibilidad de aguardiente como parte de los alimentos que recibía cada soldado como parte de su «rancho».
Algunos historiadores concluyen que, si bien no fue una bebida de consumo popular, existe la posibilidad de que algunos soldados consiguieran el aguardiente clandestinamente y que, ante el horror de la guerra, hayan llegado a consumirla.
¿Sabías qué?
Lo cierto finalmente es que el consumo de azufre y/o nitrato de potasio (componentes principales de la pólvora) son considerados sumamente tóxicos y extremadamente dañinos para el cuerpo humano, produciendo cuadros que van desde irritación extrema a quemaduras gástricas que provocan sangramientos internos, atacando fuertemente al hígado y los riñones.







