
Receta de mantecados chilenos
Los mantecados chilenos son unas galletas dulces elaboradas principalmente a partir de harina y manteca de cerdo que le otorgan una particular textura que se deshace en la boca, ideales para disfrutar cualquier ocasión.
Contenido
¿Cómo hacer mantecados chilenos?
Los mantecados chilenos son una receta realmente sencilla en la que básicamente necesitas mezclar los ingredientes en un bol pero sin sobre-amasar, a fin de mantener una textura más ligera y suave.
Información Nutricional
Receta de mantecados chilenos
Ingredientes
- 500 g de harina sin polvos de hornear
- 250 g de manteca de cerdo
- 80 g de azúcar flor
- 50 ml de vino blanco
- 2 yemas de huevo
- 1 limón
- Almendras
Preparación
- 1. En un bol grande reunir las yemas de huevo, el azúcar flor y la ralladura del limón (sin la parte blanca) y mezclar todo hasta integrar.
- 2. Incorporar el harina cernida y la manteca derretida tibia, mezclar todo con una cuchara de madera, verter el vino blanco y continuar amasando hasta obtener una masa integrada, relativamente seca que se desmigue ligeramente sin amasar demasiado.
- 3. Estirar la masa con la ayuda de un uslero hasta alcanzar 1 ½ de espesor, sellando con los dedos las grietas que se puedan generar.
- 4. Con un molde redondo o un vaso de boca ancha a gusto cortar los mantecados y reservar sobre una bandeja de horno aceitada hasta ocupar toda la masa.
- 5. Llevar los mantecados al horno pre-calentado a 180°C (356°F) y cocinar por unos 15 minutos hasta que la superficie comience a tomar color sin que se lleguen a dorar, retirar del horno y enfriar a temperatura ambiente.
- 6. Servir mantecados chilenos tibios o fríos espolvoreados con abundante azúcar flor hasta cubrir la superficie.
Consejos al preparar mantecados
Una buena opción al preparar mantecados es añadir pequeños trozos de almendras picadas en la superficie, lo que otorgará una deliciosa capa extra de sabor.
¿Sabías qué?
El origen del mantecado como preparación aún es motivo de discusión con algunas fuentes atribuyendo su nacimiento en América, descubierto nada más y nada menos que por Cristóbal Colón, aunque otras fuentes atribuyen su creación al convento de Santa Clara de Estepa, desde donde se habría extendido por toda España y luego Latinoamérica.