Cheesecake tradicional al horno
El cheesecake tradicional al horno es un postre clásico que combina una suave y cremosa mezcla de queso con una base crujiente de galletas, perfecto para cualquier ocasión especial.
Contenido
¿Cómo hacer cheesecake al horno?
Este cheesecake es una opción deliciosa y muy versátil, ya que puedes consumirlo en su forma básica o decorarlo con frutas frescas o mermelada o dejarlo al natural.
Información nutricional
Cada ración de cheesecake tradicional al horno contiene aproximadamente 350 kcal, 28 g de carbohidratos, 22 g de grasas, 7 g de proteínas, 1 g de fibra, 22 g de azúcares, 70 mg de colesterol y 280 mg de sodio.
Receta de cheesecake tradicional al horno
Preparación: 20 minutos
Cocción: 70 minutos
Raciones: 8 personas
Ingredientes
- 200 g de galletas María
- 600 g de queso crema
- 200 g de azúcar
- 200 ml de crema de leche
- 100 g de mantequilla
- 3 huevos
- 1 cucharadita de vainilla
- Ralladura de un limón
Preparación
- Precalentar el horno a 160°C por al menos 10 minutos y triturar las galletas hasta obtener migas finas; reunir en un bol y mezclar con la mantequilla derretida, colocar esta mezcla en el fondo de un molde desmontable, presionando bien para formar la base.
- En un segundo bol, batir el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave; añadir los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición; incorporar la crema de leche, la vainilla y la ralladura de limón y mezclar hasta que quede homogéneo.
- Verter la mezcla sobre la base de galletas. Hornear durante 70 minutos o hasta que el centro del cheesecake esté firme pero ligeramente tembloroso; apagar el horno y dejar que el cheesecake enfríe dentro con la puerta entreabierta. Refrigerar durante al menos 4 horas antes de servir.
Consejos adicionales
Después de hornear el cheesecake, apaga el horno y deja la puerta entreabierta mientras el pastel se enfría durante 1 hora. Esto ayuda a que el cheesecake se enfríe lentamente, evitando que se agriete por el cambio brusco de temperatura.
Historia y origen
El cheesecake, o pastel de queso, tiene sus raíces en la antigua Grecia, donde se preparaban versiones rústicas a base de queso y miel; sin embargo, la versión moderna del cheesecake horneado que conocemos hoy en día proviene de Estados Unidos, a finales del siglo XIX.
¿Sabías qué?
El cheesecake de Nueva York, la versión más famosa del pastel de queso, se diferencia del cheesecake clásico porque no incluye nata ni crema agria, lo que le da una textura más densa y rica.
