
Receta de leche condensada casera
La leche condensada es una de esas cosas que amamos desde siempre, una leche cremosa y dulce que sirve como acompañamiento de postres, frutas, cafés y prácticamente cualquier cosa que se te ocurra, sin duda un imperdible del recetario casero.
Contenido
¿Cómo hacer leche condensada fácil?
Preparar leche condensada en casa es tan fácil que uno suele preguntarse ¿por qué no lo hice antes? El resultado es delicioso, la puedes preparar en la cantidad que necesites, con la textura que más te guste y ya no necesitaras acudir por ella a la tienda de abarrotes.
Información Nutricional
Receta de leche condensada casera
Ingredientes
- 150 g de azúcar granulada blanca
- 100 g de leche en polvo
- 70 ml de agua hirviendo
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 pizca de sal
Preparación
- 1. En un bol mediano o tazón grande añadir el azúcar, la sal y la mantequilla, añadir el agua hervida, revolver hasta derretir e integrar todos los ingredientes y obtener la consistencia similar al almíbar.
- 2. Incorporar a la mezcla la leche en polvo, entera o descremada y revolver hasta incorporar por completo y obtener una mezcla homogénea.

Añadiendo el agua caliente
- 3. Verter la mezcla a un vaso minipimer y batir hasta obtener una textura suave y uniforme, sin grumos, verificar consistencia y añadir más agua hirviendo de ser necesario y volver a batir hasta alcanzar el espesor deseado.

Textura final leche condensada
- 4. Verter la leche condensada en un frasco esterilizado y enfriar a temperatura ambiente, conservar tapada y refrigerada hasta el momento de consumo, 5 a 6 días máximo.
Beneficios de consumir leche
- La leche es una excelente fuente de calcio, que es esencial para la salud de los huesos y dientes, así como para la función muscular y nerviosa.
- Además, la leche es rica en vitaminas como la vitamina D (que ayuda en la absorción de calcio), vitamina B12, riboflavina (vitamina B2), y minerales como el fósforo y el potasio.
Leche al pie de la vaca
¿Sabías qué?
La leche condensada fue inventada a principios del siglo XIX y nació como una forma de conservar y alargar la vida útil de la leche, en una época en donde eran frecuentes las intoxicaciones alimentarias provocadas por el consumo de lácteos en mal estado.