
Receta de peras al vino tinto chileno
Las peras al vino tinto son un postre muy típico de toda Hispanoamérica, pero que en Chile particularmente toma una nueva dimensión debido a la gran calidad de sus frutos y sus vinos tintos reconocidos mundialmente, ya sea Carmenere, Merlot o Cabernet Sauvignon.
Contenido
¿Cómo hacer peras al vino tinto?
Para esta preparación se recomienda utilizar peras firmes y en su punto optimo de maduración, a fin de que puedan mantener su estructura y forma una vez cocinadas, ya que la presentación sin duda es una parte muy importante de sus servicio.
Información Nutricional
Receta de peras al vino tinto chileno
Ingredientes
- 750 ml de vino tinto chileno
- 200 g de azúcar granulada
- 6 peras grandes y firmes
- 2 clavos de olor
- 1 ramita de canela
- 1 cucharadita de nuez moscada
Preparación
- 1. Exprimir la naranja y conservar la cascara retirando el interior blanco (albedo). Reservar.
- 2. Lavar y pelar las peras cuidadosamente sin cortar el tallo (pedúnculos) asegurándose de que mantengan su forma. Reservar.
- 3. En una olla grande añadir 1 litro de agua fría, verter el jugo de naranja e incorporar la cáscara, el vino tinto, la canela, los clavos de olor, la nuez moscada, revolver para integrar, llevar a ebullición a fuego alto y mantener durante 3 minutos.
- 4. Incorporar las peras, bajar el fuego, tapar la olla y mantener la cocción por unos 45 minutos o hasta que las peras estén blandas, girar ocasionalmente e impregnar con el almíbar, retirar con cuidado y reservar en un bol o fuente de cocina amplia con tapa. Enfriar a temperatura ambiente.
- 5. Hervir nuevamente el líquido de cocción a fuego medio durante unos 10 minutos o hasta espesar ligeramente, verter sobre las peras, tapar o cubrir con papel film y refrigerar.
- 6. Servir peras al vino tinto frías y bañadas en su almíbar, solas o acompañadas por ejemplo de una bola de helado de vainilla o incluso un helado de vino tinto.
Cultivo y recolección de peras
¿Sabías qué?
La pera es una fruta originaria de Europa oriental y Asia occidental, lugares donde se ha cultivado desde épocas muy antiguas, adoptada más tarde por griegos y romanos, quienes adaptaron su cultivo y desarrollaron nuevas variedades a través de injertos.