Por Comidas Chilenas
El chemilico es uno de los sándwiches menos conocido de esta diversa categoría de la gastronomía chilena, una receta más actual, pero no por eso menos delicioso.
Contenido
¿Cómo hacer un chemilico casero?
Una combinación clásica de carne, cebolla y huevo frito en donde uno los secretos principales es mantener la yema líquida para que reviente al momento de servir.
Información nutricional
Cada ración de sándwich chemilico contiene aproximadamente 600 kcal, 50 g de carbohidratos, 30 g de grasas, 35 g de proteínas, 3 g de fibra, 2 g de azúcares, 200 mg de colesterol y 800 mg de sodio.
Receta de sándwich chemilico
Preparación: 10 minutos
Cocción: 20 minutos
Raciones: 2 personas
Ingredientes
- 400 g de posta de res
- 2 marraquetas
- 2 huevos
- 1 cebolla
- Aceite
- Sal
- Pimienta
Preparación
- En un sartén antiadherente, añadir un poco de aceite, calentar a fuego medio-alto y añadir la cebolla picada en pluma, revolver con una cuchara de madera y cocinar por unos 10 minutos o hasta que esté ligeramente dorada, salpimentar a gusto, retirar del fuego y reservar.
- En la misma sartén en la que se cocinaron las cebollas, añadir las láminas delgadas de bistec de posta previamente condimentadas con sal, pimienta y ajo en polvo, sellar bien y cocinar uno par de minutos por lado, sin recocer. Reservar caliente.
- Pre-calentar los panes marraqueta o frica abiertos por la mitad en un tostador u horno. Reservar. Freír los huevos en un poco de aceite a fuego medio alto sin recocer la yema. Rellenar los panes con la carne, la cebolla, los huevos y servir el chemilico inmediatamente, acompañado opcionalmente de una pequeña porción de papas fritas.
Origen del chemilico
No existe claridad sobre origen del nombre de este particular sándwich, algunos le atribuyen origen argentino, pero también es el nombre de una localidad peruana y en la quinta región esta misma preparación es conocida como «Diputado».
¿Sabías qué?
Chile tiene la cultura del sándwich probablemente más variada del mundo, la cual se origina en el inicio de los viajes en tren entre Santiago y Valparaíso en 1851, un trayecto de varias horas con cortas paradas entre estaciones que permitía a los pasajeros comprar los denominados «panes o tostadas de viaje», antecesores directos de los sándwiches chilenos, preparados en tortilla de rescoldo con queso, pernil, arrollado de chancho o malaya.