Por Comidas Chilenas
Los suspiros de monja son unas masas dulces de origen español conocidos tradicionalmente como «buñuelos de viento», que aunque muy poco elaborados hoy en día, durante la Colonia fueron uno de los pilares de la naciente repostería chilena.
Contenido
¿Cómo hacer suspiros de monja?
Al preparar suspiros de monja, la parte más delicada del proceso es la fritura, la cual se recomienda realizar en una sartén amplia con aceite a temperatura media debido a que los buñuelos se «inflarán» durante la cocción, dando como resultado un dulce de textura suave y ligera, casi como un «suspiro».
Información nutricional
Cada ración de suspiros de monja contiene aproximadamente 239 kcal, 7 g de proteínas, 12 g de grasas totales (5 g de grasas saturadas), 170 mg de colesterol, 24 g de carbohidratos, 1 g de azúcares totales y 346 mg de sodio.
Receta de suspiros de monja chilenos
Preparación: 40 minutos
Cocción: 20 minutos
Raciones: 6 personas
Ingredientes
- 150 g de harina de trigo
- 250 ml de agua
- 50 g de mantequilla
- 4 huevos
- 10 g de levadura seca
- 1 cucharadita de azúcar
- 1 cucharadita de sal
- Ralladura de limón
- Aceite para freír
- Azúcar para rebozar
Preparación
- En un bol mediano añadir la harina cernida y la levadura en polvo, mezclar con las manos limpias o una cuchara de madera y reservar.
- Añadir el agua en una olla mediana, calentar a fuego medio y añadir la mantequilla, el azúcar, la sal y 1 cucharadita de ralladura de limón, revolver todo muy bien hasta disolver y llevar a hervor, bajar el fuego, agregar la mezcla de harina y levadura en un solo paso y revolver con una cuchara de madera hasta formar una masa espesa que no se pegue en los bordes. Retirar del fuego y reposar 5 minutos.
- Incorporar un huevo a la masa y mezclar con una batidora o una cuchara de madera hasta que vuelva a espesar y el huevo esté bien integrado, repetir el proceso con los tres huevos restantes hasta obtener una masa lisa y homogénea. Cubrir con un paño limpio y reposar cubierta por 30 minutos.
- Calentar suficiente aceite en una sartén amplia a temperatura media-baja, unos 140°C (284°F) y con dos cucharas formar pequeñas bolitas de masa (técnica quenelle), sumergir en el aceite y freír hasta que estén bien doradas, repetir el proceso con toda la masa y mantener suficiente espacio entre los buñuelos durante la cocción ya que aumentarán de tamaño. Retirar cuidadosamente con una espumadera y reservar en papel absorbente.
- Rebozar los suspiros de monja en azúcar granulada y servir inmediatamente, solos o rellenos de crema pastelera, nata o incluso mermelada de frutas.
Consejos adicionales
Un truco muy habitual es untar las cucharitas con aceite antes de dar forma a cada buñuelo para que así la masa no se pegue, disponiendo un vaso en el que se irán sumergiendo cada vez.
Huevitos chilenos
En Ecuador, los suspiros de monja son un dulce muy popular que se puede consumir en locales al paso y en donde son conocidos como «huevitos chilenos», en donde los buñuelos se forman a partir de una extrusion en una máquina similar a la churros y que se van cortando con una cuchara.
¿Sabías qué?
La leyenda dice que los «suspiros de monja» habrían nacido por accidente en un convento cuando una de las monjas encargadas de la cocina dejó caer accidentalmente un pedacito de pasta choux (masa de repostería francesa) en un recipiente con aceite hirviendo.
Zarela
Los suspiros se moja son maravillosos, pero en mi infancia no abuelos hacia algo así pero le ponía leche condensada y se llamaban pulpitos
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